Si bien venía usándola a diario para todo tipo de tareas: de trabajo, de organización (agenda) y personales (journaling), no pude apreciar toda su utilidad hasta que no comencé a usarla para la literatura. Simplemente hace mi proceso de escritura tanto más disfrutable y fluido que la calificaría de indispensable. (Y no, no me pagan por publicidad… deberían! Jajaja)
Mi proceso creativo alterna el uso de la paper tablet con el de la pc, y el celular de la siguiente manera:
Comíenzo con el celu, volcando en mi app de OneStop el esquema de capítulos y escenas (la idea general de cada escena).
Después, en la paper tablet escribo a mano el outline de cada escena. Me encanta hacer esto y fluyo de maravilla desde cualquier lugar que esté: una reposera en la playa o la piscina, un parque, una biblioteca, un bar. Se siente como escribir en un cuaderno. Para mi, es mucho mejor que tipear. Con la ventaja que permite borrar, copiar y pegar. Reacomodar párrafos, etc.
La maravilla de la remarkable es que entiende mi letra manuscrita y pasa todo a texto tipeado casi sin errores.
Este draft lo paso a pdf y lo mando de nuevo a la remarkable, donde lo reviso, le hago correcciones, notas y todo tipo de anotaciones. Y después vuelvo a la pc a volcar allí y obtener un segundo draft. Que vuelvo a mandar a la paper tablet para una segunda revisión y así sucesivamente!
Es una rutina hermosa porque permite avanzar con algunas escenas fuera de casa, y con otras cuando estoy en la pc.