miércoles, 30 de marzo de 2022

Línea de largada

Y así, después de dos meses de investigación y preparación intensivas, me he puesto, al fin,  a escribir el primer draft de la primera escena del primer capítulo. Y me siento genial! No puedo creer como todo fue tomando forma tan rápidamente. Todo comenzó el día en el que terminé de escuchar el audiobook “El destino de una Reina” de Allison Pataki. Aunque su temática y época no tiene nada que ver con la de mi novela, fue el entusiasmo de la autora en su nota final para los lectores lo que me motivó a embarcarme en el ambicioso proyecto de escribir mi propia novela histórica.  El siguiente paso fue definir el tema y personajes en los que quería centrarme, que los tomé de mi propio árbol genealógico como contaba en mi post anterior. Una vez definido, era cuestión de comenzar a armar el rompecabezas. Pero como? Lo primero que me ocupé de conseguir fueron algunos libros históricos sobre el vizcondado de Castelbo, el condado de Foix, los cátaros, etc. Junté unos 16 libros entre los que ya tenía, los que compré y los que conseguí prestados en la biblioteca. De todos ellos tomé notas, pero había demasiada información desorganizada y necesaria un método para organizarla y así dar forma a mi novela. Por eso, el 13 de enero, encargue por internet un mazo físico de tarjetas FABULA (https://fabuladeck.com/)
Estas tarjetas me servirían como base para intentar hacer corresponder los hechos de mi historia con las fases del héroe. Primero debería decidir donde empezar y terminar de contar la historia para que todo tuviera sentido, ya que había muchas décadas de acontecimientos importantes y de algun modo u otro debía delimitar el alcance de mi historia. Las cartas de fabula me ayudaron. Instalé en mi pared una pizarra en la que pegar las tarjetas y conseguí notas adhesivas de distintos tamaños para representar los hechos que quería narrar y los detalles que necesitaba incluir. Esta fue mi primera versión de mi board el 10 de febrero. 



De allí en más las cosas fueron tomando cada vez más color. Además de los dieciséis libros fui revisando unos 40 papers académicos de los que tomé notas en mi paper tablet, y como 30 recursos de internet. Necesitaría volcar la información en categorías para después asociarlas a la parte de la novela en la que correspondían. 
Para ello instalé alrededor del board fichas correspondientes a cada personaje o concepto, y fui pegando en las fichas papelitos con referencia al hecho en cuestión y el número de fuente y página dentro de la Fuente en la que se encuentra esa info. 



Así estaba la cosa hacia mitades de marzo. 

Y a medida que pasaba el tiempo y yo revisaba más fuentes se fue llenando más y más de papelitos. 

En estos “papelitos” no solo incluía datos históricos sino también aspectos de la narración que deseaba incluir: arcos de los personajes y estructura emocional de la novela. Con todo esto, ya estaba lista para definir los grandes capítulos de la novela, y reemplacé todas mis post-it del board central por 12 hojas, cada una representando uno de mis capítulos. Luego procedí a reacomodar los papelitos de las fichas externas pegándolos en los capítulos correspondientes. 
Así quedó: 








(Al 24 de marzo) 
Así seguí documentándome y tomando notas de mis libros con mi paper tablet 




E incluso me creé mi propio mapa de la historia 



A la vez que fui llenando las fichas de los personajes y generándome un índice de capítulos, con outline de las escenas de los primeros capítulos, en el software “Scrivener” que instalé en mis dos compus (como el Ywriter que usé en la  novela anterior pero más moderno)
Y así, luego de unos meses de preparación obsesiva, hoy 30 de marzo de 2022 con mucho entusiasmo volqué al fin mis primeras 3000 palabras a nivel de draft, de esta historia que me ha atrapado por completo. 

martes, 1 de marzo de 2022

2022? Really?

Parece mentira volver después de casi una década. Hubiera creído que mi novela había quedado abandonada. Y un poco es así, pero otro poco no. Me fui alejando de a poco de la idea de terminar aquella novela pero manteniendo el deseo de escribir algo alguna vez. Y cuando viajé a Europa en el 2017 tuve en mente visitar muchos lugares relacionados tanto con mi novela como con las ramas de mi genealogía familiar que la inspiraron. Así, pasé por Urgell, visité el castillo de Foix, lo cual fue muy emocionante y me hizo entrar en un estado alterado de conciencia -casi mágico - de conexión con el pasado, y visité también gran parte del país de los cátaros: Albi, Carcassonne, Montsegur… impresionante! Me sentía en medio de la historia , de una historia que me toca de cerca. Y visitando esos lugares fue que me surgió la idea de transformar mi historia ya no en la fantasía de los aleteistas sino en la realidad de los cátaros. Sin embargo no me animé   . En ese entonces estaba concentrada en mi desarrollo profesional y dedicarme a una novela me iba a requerir demasiado tiempo del que no disponía . Además, semejante cambio requería prácticamente borrar todo lo anterior. Descartarlo. Empezar de nuevo. Y no estaba preparada para eso. Por ello pasaron más años hasta que por otro camino llegué a definirme por dar el paso. Tuvo que ver con muchas novelas históricas que disfruté en estos últimos años. Por ejemplo todas las de Santiago Posteguillo que me fascinaron. Y el remate fue el epílogo de “El destino de una Reina” sobre Desirée Clarie, un personaje no tan conocido pero cuando la autora compartió su experiencia explorando su vida y novelándola me inspiró a encontrar un personaje con quien hacer lo mismo. (Igual que Posteguillo había hecho con Julia Domna) Pero quien? Tenía el desafío de encontrar un personaje histórico (preferentemente mujer) que sin ser demasiado famosa haya tenido una vida interesante, digna de contar, y de la cual haya suficiente información disponible en la cual basarse. Como siempre, mi árbol genealógico es mi primera línea de conexión con la historia. Faltaba decidir la rama. El personaje. La época. Fue así que entrecruzando la lista de mujeres más influyentes de la historia con mi árbol genealógico llegué primero a Blanca de Castilla, pero su historia no me pareció inspiradora. Y no necesité mucho más para darme cuenta que el personaje que estaba buscando era nada menos que Ermessindis de Castellbó. Ella, junto a su padre Arnau y su marido Roger Bernard de Foix, tienen todo lo que una buena novela histórica debe tener: emoción, dificultades, crecimiento, heroísmo, pasión… todo. Y la ambientación me lleva a esos mismos lugares mágicos que visité. Dos siglos antes de la ambientación de la novela original. Vidas entrelazadas con los cátaros. Ya estoy lista para contar su historia! Me llevó mucho tiempo de proceso llegar a este punto pero ahora lo veo clarísimo: es lo que estaba destinada a escribir.