miércoles, 10 de noviembre de 2010

Metiendo segunda!

Al fin comencé con el segundo capítulo! Me ha llevado mi tiempo dar el paso. En parte porque me he retrasado por los motivos que ya comenté, y en parte porque me costó dejar el primero. Cada vez que me ponía con la novela, había más y más cosas del primer capítulo que se me daban por mejorar, cambiar, corregir o agregar. Se supone que por ahora es sólo un draft. Sin embargo no me quise apurar, y decidí dedicarle todo el tiempo que me pidiera. Al fin y al cabo, el primer capítulo es el cimiento de un edificio, la raíz de una planta. Debe estar firme.

Finalmente, hoy logré lanzarme con el segundo y ha sido muy especial! Siempre las segundas veces tienen su magia, esto no es para nada la excepción. Por ejemplo, el día que empezás segundo grado, te sentís grande, porque es la primera vez que empezás un año de escuela sin que sea el primer grado de primaria. O cuando das el segundo beso, es super especial, porque es el primer beso que no tiene toda esa carga emocional tan única del primero. El número uno es tan distinto a todo lo demás qque se considera como una cosa aparte. El dos, en cambio, es la primera aproximación real que tenemos a lo que va a ser la normalidad. Un hábito. Algo nuevo en nuestras vidas.

Así pues, hoy empiezo a escribir el segundo capítulo de mi segunda novela ;)

Ya avancé a nivel plot outline en las primeras dos escenas de las cuatro que lo componen. Después, a desarrollar el draft de cada una de ellas, y luego al tercero y la rueda ya está girando!
Me parece genial este método de trabajo. Es un placer trabajar así.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Con la pata izquierda

Parte de lo interesante de armar un blog como éste, mientras escribo mi novela, es compartir mis aprendizajes con otros aspirantes a escritores. Y los aprendizajes viene muchas veces a partir de errores. Ya de entrada, en el priimer capítulo, me mandé un error de esos grosos que marcan una novela para el fracaso, que cuando uno los lee siente "mmmm... esto está mal hecho" Y no me di cuenta!! Por suerte un par de lectores beta me lo hicieron ver a tiempo, y ya lo cambié. Y de paso aprendí la lección para el futuro. Les cuento de qué se trata:

En la primera escena una persona no llega adonde lo esperan, y sus familiares se desesperan por su tardanza MÁS DE LO NORMAL. Esto es así, porque yo sé que él no va a llegar (nunca) entonces me puse en el lugar de sus seres queridos y de lo mal que uno se pondría ante la desaparición de alguien cercano. Pero es cierto que esa desesperación en un caso real, llegaría con el tiempo. En mi escana transcurría cosa de una hora, y los familiares ya se ponían a llorar, y estaban re mal. Aunque una persona no te llame, si tarda una hora, primero uno va a pensar que le pasó alguna dificultad menor, o algo así, y que ya va a llegar. A medida de que va pasando el tiempo es que la preocupación va creciendo. Cada hora es un poquito peor. Y cuando pase toda la noche y no haya ningún tipo de noticias suyas, va a ser recién ahí cuando vengan las lágrimas y los nudos en la garganta. La siguiente escena va a ser sobre esa noche de ausencia, y cómo la preocupación va creciendo como un proceso, lentamente, a medida que pasan las horas.

A la hora de que alguien desaparece, por mucho que lo quieras, lo máximo que podés tener es un mal presentimiento, un poco de angustia, de bronca o de preocupación.

El resto va creciendo en forma de progresión geométrica en función del tiempo.

Ahora retoqué mi escena para ajustarla a esta realidad. Me acordé de una vez que alguien de mi familia había llevado a mi hijo a pasear, y se hacía tarde y no volvían. Los llamábamos al celular y nada. Y la verdad estábamos entre preocupados y enojados, pero tampoco como para llorar. Pensábamos "es mmás probable que se hayan distraído por ahí y tengan el celu descargado a que realmente les haya pasado algo malo." Y gracias a Dios, así fue. Llegaron de noche como si tal cosa, con no me acuerdo qué excusas. Mi marido tuvo una discusión con el adulto responsable, pero listo. Eso fue todo. Si no llegaban... las cosas se hubiesen vuelto negras.
Esto es lo que les va a suceder a mis personajes. Pero las primeras horas el optimismo puede más. Uno no acepta así de pronto que algo realmente malo pudo haber pasado. Y recordar mi propia experiencia me va a servir para manejar los tiempos de los sentimientos. Que esto es lo que me falló en la primera versión.

Siempre basarse en la vida real es una gran ayuda para los escritores.
Aprendizaje al bolso!!!

Y ahora a seguir adelante :)

jueves, 4 de noviembre de 2010

A veces pasa el tiempo...

Si, si... lo mismo me pasaba con mi otra novela. Uno viene re enganchado escribiendo 500 o mil palabras al día, con buen ritmo, y de repente sucede que empiezan a pasar los días sin que puedas sentarte un minutito a escribir. Esto me pasó estos días: porque vino mi abuela de visita y no quería dejarla plantada, porque hubo feriado y asueto y quise estar con los chicos, porque organicé una fiesta de halloween, más los preparativos para alquilar la casa este verano, más cuestiones de trabajo que me tuvieron más entretenida y ocupada que de costumbre. Y así se me pasaron enteritas... dos semanas! qué papelón, no? Qué le vamos a hacer, estas cosas pasan. Y así se posterga la novela, y luego agarrarle el ritmo de vuelta es todo un proceso.
Me preocupan mis cálculos... si esto sigue así y tardo para cada capítulo lo que demoré en el primero me va a llevar... qué? tres años?? Cuaaatrooooo??? Qué horror, jejejeje!!!
Lo que importa es disfrutar del camino, y hacer un buen trabajo, de modo que aunque me lleve lo que me lleve, sienta que ha valido la pena.