viernes, 2 de julio de 2010

No puedo hablar de Leonor sin hablar de aleteísmo

...y no puedo escribir un blog sobre mi novela sin adelantar aunque sea algo de la trama. Empecé muy general, concentrándome sólo en la técnica y sin profundizar en el tema en sí, pero ha llegado el momento de comentarles un poco de qué se trata todo esto. Aunque no voy a adelantarles la historia más allá de lo que pueda leerse en la contratapa del libro.
Comienzo por decir que mi novela está ambientada a la vez en dos épocas distintas: en el presente (siglo XXI en norteamerica) y en el pasado, edad media (siglo XVI) en Europa. Ambas realidades interactúan. Leonor es un personaje del escenario situado en el pasado. Una mujer luchadora, de carácter fuerte, totalmente testaruda al punto de ser capaz de dar su vida por sus convicciones. Es cofundadora y líder de una religión, una herejía medieval: el aleteismo. Por eso, para pensar en Leonor y completar su ficha como hice con la de Santiago, debí dar un paso al costado y preguntarme: como es el aleteismo? En qué creen exactamente? Y sobre todo: Cómo surgió? Si para ella el aleteismo es algo tan central en su vida, definir el contenido de esta religión es crucial para conocerla a Leonor. Empecé pensando en ella, pero inevitablemente me desviaba hacia el surgimiento del Aleteísmo. Necesitaba armar un conjunto de circunstancias coherente para dar nacimiento a un movimiento como este. Hice converger entonces a un grupo de personas, cada cual con algo que aportar, una motivación, un condimento que arroje como resultado la receta explosiva final. En el camino, la infancia y adolescencia de Leonor fueron tomando definición, y en consecuencia también ciertos aspectos de su personalidad. Tengo pendiente investigar más a fondo sobre otras herejías medievales. Conozco bastante sobre los cátaros, y su historia me ha llamado tanto la atención que influenció mi decisión de escribir sobre esto y no sobre otra cosa. El aleteismo es imaginario, inventado por mí. Es posterior al catarismo (300 años después) y más evolucionado, lo que hubiera sido muy avanzado para una religión de aquella época. Deberá vérselas con la inquisición. Me encanta tener como personaje a una mujer que desafíe todos los prejucios: culta, instruida, inteligente, y a la vez capaz de enfrentar a cualquira, de montar como hombre, de manejar una espada y no hesitar a la hora de clavarsela al enemigo. Su peor defecto: su cerrazón mental. Retirarse a tiempo podría salvarle la vida a ella y a los suyos, pero parece demasiado obstinada como para dar el brazo a torcer. No está en su naturaleza, y las consecuencias podrían ser nefastas.

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